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LAGUNA DE PACA

Hermosa laguna de paca

de luminosos colores,

cuna de tantos cantores

que el Juilahuila destaca.

De tu tierra se saca

después que se barbecha,

una linda cosecha

grano dulce de maíz.

Jauja te sueño feliz

desde tu margen derecha.

17 Enero 2002

Sucre – Bolivia

Laguna de Paca

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Décimas Relacionadas

TE BUSQUETE BUSQUE

TE BUSQUE

Te busque
en tus ojos
y no te pude ver.

Te busque
en tu mirada
y no encontré tus ojos.

Te segui con el sol
ansioso por verte
y no halle tu sombra.

Te busque
en el silencio
de una inmensa oscuridad
y no te pude oir.

Te busque
en el paraíso de la alegria
y no halle tu sonrisa.

Te busque en el mar
en la brisa de las olas
y no encontre tu aroma.

Te busque
en los sonidos
de la musica en primavera
y no halle tu voz.

Te sigo
y te seguire buscando
en este planeta, o en otro
y no te encontré
en la tierra.

Te busco
en los jardines perfumados
entre los jardineros de la vida
y no halle tu rosa.

Te busco
en el llanto de la lágrima
y no encontré tu rostro.

Te busque
en la queja
lastimera de los que sufren
y no encontre tu noche.

¿Dónde estas?
me pregunto
con los brazos abiertos
y no encontré tu cuerpo.

Te busco
en el grito de la injusticia
y no halle tu nombre.

¿Dónde estás?,
me pregunto
¿Dónde estás?
con mi voz que rompe
mis pulmones
y no encuentro tus oidos.

Te busco
en el vuelo de los pájaros
volando en libertad
y no encontre tu mariposa.

Te busco
y te seguiré buscando
entre los frutales de la vida
y no halle tu manzana.

Te busque en el clamor
de las multitudes
en el rezo de una procesión
y no escuche tu palabra.

¿Dónde estás?
me pregunto
caminando entre la costa
la sierra y la selva
y no halle tu región natural.

Te busque
entre los rastros
de los caminantes
que se alejan
y no pude hallar
tus huellas.

Te busque
en el oceáno
de las cuatro estaciones
y no sentí
tus pulsaciones.

Te busqué
en los mitines,
entre los gritos.
Los brazos y los puños
y no encontré tu bandera.

Te busco
en la matemáticas
en el canto de los sabios
y no logré hallar tu numero.

¿Dónde estas?
paloma, me pregunto
Dónde estás?
y no encontré tu arrullo.

Te busque
en las llanuras
del olvido
recordé esas inmensas horas
que platicamos
y no encontré tu memoria.

Te busque
en las cristalinas aguas
en el manantial de los amores
y no senti tu rocio.

Te busqué
entre los versos de mi soledad
entre los libros de tu conciencia
y no pude encontrar
tu presencia.

Te busqué
entre los rincones
de la patria
pisando el aroma suave de la tierra
y no pude encontrar tu suelo.

Te busco
entre el pito de la usina
en las filas inmensas de las obreras
y no distingo tu vestido.

Te busco
entre los apostoles
entre la ignorancia y el saber
y no encuentro tu magisterio.

Te busco
entre las reuniones
en la mesa redonda
del debate y la opinión
y no distingo tu posición.

Te busco
en el estruendo de una madrugada
entre el canto y la sirena del ambiente
y no pude hallar tu día.

Te busco
entre el mensaje .de la doctrina
entre la teoria y la practica
y no pude hallar tu verbo.

Te busco
entre la trocha y el río
entre pájaros,arbustos y flores
y no puedo dar con tu destino.

Te busco
en el rincón dolido de mi barricada
y no pude hallar tu corazón.

Te busco
entre las letras de las canciones
entre las vocales y consonantes
y no te puedo hallar como antes.

Te busco
entre las notas
de quena,guitarra, quirquincho y charango
y no encuentro tu canción.

Te busque
hasta la cumbre
de la libertad y dignidad
y no pude hallar tu altura.

Te busqué
en las ropas húmedas
del holocausto
y no encontre tu sangre

Te busco
entre la tierra y el arado
entre el surco del dolor
y la tristeza
y no pude conseguir tu semilla.

Te busco
entre el trueno y el relámpago
entre el granizo y la nieve
y no encontre tu cordillera.

Te sigo y te seguiré buscando
entre las minas, de nuestros pueblos
entre el cobre, la plata y el oro
y no encontre tu acero.

ME PREGUNTO
¿Dónde estas?
¿Dónde te encuentras?

Vahema

CIRO ALEGRIA Y SU SOMBRACIRO ALEGRIA Y SU SOMBRA

Ciro Alegría en los ojos de Dora Varona
Trabajo de investigación se apoya en crónicas del escritor.

La poetisa cubana reedita la biografía del gran escritor, hoy considerada novela.

Carlos Villanes Cairo. Madrid.

Ciro alegría y su sombra.

Portada del texto reeditado por Dora Varona.

Atrapar al ruiseñor dorado de la familia en pleno vuelo es como cazar nubes valiéndose de una red. Empeño comprometido y muy difícil. Las biografías de los grandes, escritas por sus familiares más cercanos son, siempre, una tarea riesgosa, y que invitan al cotejo, la reflexión y la polémica.
En 1993, Dora Varona publicó A la sombra del cóndor. Biografía ilustrada de Ciro Alegría, y hoy nos entrega de nuevo esa señera obra con el título de Ciro Alegría y su sombra (341 pp.), editada por Planeta de Lima, con apenas un subcapítulo suprimido.
Varona, casada desde hace 30 años con Genaro Llanqui Mamani, fue la tercera y última esposa del novelista peruano.
Dora Varona se avocó a desbrozar la obra del novelista. Al morir el autor de El mundo es ancho y ajeno dejó tres novelas y un libro de cuentos. Ahora aparecen en los escaparates 27 libros más, editados por la escritora cubana, espigados de inéditos, recopilaciones, compilaciones, epítomes y antologías de relatos y artículos periodísticos, seleccionados por toda América Latina, y, al parecer, todavía quedan cuatro o cinco más
En el prólogo de Ciro Alegría y su sombra, Dora Varona advierte que su obra no será una «estampita de primera comunión», sino la versión de «la más severa de sus críticos, a la vez que la más rendida admiradora». Y cumple su palabra. Pocas veces un biografiado, frecuentemente calificado por ella como «maestro», «hombre superior» y «genio», resulta tan desnudo ante sus intimidades. Tildado de haragán, sucio, descomedido, mudo con los extraños, «incapaz de aceptar las fórmulas impuestas por la sociedad», tímido y «bloqueado por su inaccesible personalidad serrana», descuidado con su persona y con sus hijos –tuvo seis, cuatro con Varona y dos con Rosalía Amézquita–, y perseguido por crueles enfermedades, traiciones políticas, carcelerías, el infortunio y su pertinaz desidia. Y por mujeres –esposas, amantes y arrejuntadas– que no supieron entenderlo.
Al gran trabajo investigativo de la biógrafa para los años de su niñez y juventud, se suman los centenares de crónicas que Alegría dejó, en las cuales siempre tenía un par de parágrafos y muchas veces más para contar su vida. Como hijo de hacendado, periodista precoz, revolucionario y perseguido político, exiliado y triunfador como novelista fuera de la patria, conferenciante y profesor en Estados Unidos, Puerto Rico y Cuba, amigo de famosos y testigo de hechos significativos de la política mundial y peruana que lo llevaron al Parlamento nacional.
Planeta del Perú insiste en llamar «novela» a este libro. De ser así, tal vez ganemos a una narradora, pero perderemos a la biógrafa. De estar inoculadas de ficción estas páginas no podrán ser una seria referencia para futuros investigadores y biógrafos de uno de los novelistas mayores del Perú, cuyo primer centenario celebraremos en 2009.