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EN EL UMBRAL DE TU ROSTRO

CUANDO TE CONOCÍ,
UN COLLAR DE PALABRAS
SE ENCARIÑARON CON TU PECHO
Y LA EXTENSIÓN DE TU CUERPO
FUE EL METRO DE TU MIRADA. LOS CENTÍMETROS DE TU VOZ
CAYERON SOBRE LOS JARDINES
INVÁLIDOS DEL ORGULLO
Y EL METRO DE LA VERDAD
BESO TUS PIES SOBRE LA TIERRA. BUSQUÉ TU NOMBRE
EN EL RÍO DE LA POESÍA
Y TU CORAZÓN INMENSO
COMO LAS CAMPANAS
SACUDIÓ TU MEMORIA Y AFLORÓ TU NOMBRE. NADA NI NADIE
PODRÁ IMPEDIR EL DESEO Y TUS MANOS AMOROSAS
SUBIRÁN HASTA LA LUZ
PARA ALUMBRAR EL NACIMIENTO
DE TU FRESCA MIRADA
EN EL UMBRAL DE TU ROSTRO.
VAHEMA
25 DE MAYO 2009
SUCRE BOLIVIA.

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EL CALOR DE TU SONRISAEL CALOR DE TU SONRISA

EL CALOR DE TU SONRISA

El tono de tu voz
castigó los contactos
oscuros del silencio.

Tus ojos percibieron
la mirada indeseable
pervertida del silencio.

Con tu susurro infinito
partieron las palomas
oscuras del silencio

El calor de tu sonrisa
se moja en la lluvia
oscura del silencio.

La furia de tus palabras
acabaron con el aliento
oscuro del silencio

La mentira y el olvido
conjugarion las emociones
oscuras del silencio.

Impalpable estaba tu corazón
tus manos mensajeras de la vida
atravezaron los precipicios
oscuros del silencio.

La sonrisa de tu cabello
navegó en los puertos
sublimes de tu verdad.

vahema santa maria

viernes 24 abril 2009

DERZU UZALADERZU UZALA

DERSU UZALA

De la penumbra verde y oscura
apareciste como oso vespertino,
tu voz aguda se escuchó
desde la fogata clara
que atizaban los soldados
una noche de plenilunio

Balanceo lateral y encorvado
carga al lomo,
talle pequeño,
mirada felina,
cual puma hambriento,
o cual oso del bosque
buscando en el fuego
el calor de tu hogar perdido
o la carne diaria de la vida

Sentado al borde de la hoguera
atenuaste el cansancio,
tu larga pipa en mano
fue el rito de la reflexión diaria
y una bocanada profunda de humo
fue el eco fugaz
de tu pensamiento

El bosque era tu hogar,
cada paraje era familiar para ti,
los soldados asombrados
no podían creer
la agudeza de tu mirada
ni la percepción profunda
de las huellas
de cada pisada furtiva

Una noche te encontró el capitán
sentado en posición de loto
frente a una hoguera
de seca maleza.
Estabas hablando con tu esposa y tu hijo
y en cada llama azul
sentías el espíritu
de tus seres queridos
o la danza ritual
de amados espectros que acudían
a saludarte,

¡aquella noche de melancolía,
de evocación y de nostalgia!
Goldi grande,
de pequeña estatura,
sabio profundo del bosque,
son tus maestros los arbustos del campo
y también el viento del este,
El “amba” de medianoche,
la nieve,
los riachuelos y los estanques.

Arturo Villena
Primavera 2006