Què serà de mi,
cuando tu tengas
que marchar a
otros cielos, hacia
otros ojos, a otra
eternidad.
Sin tì, la luz
no serà la misma.
Volveràn mis pasos
nuevamente solitarios
a pintar la bruma
de la noche, estrellarme
en el crepùsculo de la soledad.
Tù que has venido
desde tan lejos
y has construido
un edificio
con las hojas frescas
de tu silencio,
que pesan màs
que las aguas del mar.
Mañana no estarà tu rostro
ni tu cara bonita.
Los rìos profundos
se llevaràn tus huellas
y el aroma de tu cuerpo
caerà como lluvia
sobre las horas
del olvido.
A la hora de la hora
ya nadie estara conmigo
sòlo mis viejos pertrechos
leales y profundos
diràn su voz,
y la luz de esa historia
se apagarà para siempre.
v a h e m a
23 de mayo de 2009
SUCRE BOLIVIA