Vahema Uncategorized EL CALOR DE LAS MIRADAS

EL CALOR DE LAS MIRADAS

SOBRE EL TEJIDO DE TU EXISTENCIA

SUENAN LOS PASOS DE LA BELLEZA,

EL AIRE RISUEÑO DE LAS SONRISAS

INTERPRETAN EL CALOR DE LAS MIRADAS.

LA MUSICA QUE CAMINA

BAJO EL TICTAC DE LOS CORAZONES,

ENVUELVE EN SU TERNURA

EL ANIMO INDESCRIPTIBLE

DE SU ALEGRIA.

EL FESTEJO DE LOS COLORES

ES LA LUMINOSIDAD IMPALPABLE

DE LOS PIES SOBRE LA TIERRA.

SE CAYERON LOS BOTONES DEL SILENCIO

Y SE ABRIERON LOS ARROYOS DEL SABER,

LAS LUCES SE DESCOLGARON DE LOS PUENTES

EL ARROYO DE LAS EMOCIONES

SON LOS SURCOS QUE CAMINAN

SOBRE EL MANTO VERTIGINOSO

DE LA LIBERTAD.

VAHEMA

DOMINGO 6 DE NOVIEMBRE 2011

SUCRE BOLIVIA

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MANUEL SANTA MARIAMANUEL SANTA MARIA

MANUEL SANTA MARIA
Encendiste el saber
entregastes magisterio
ocupaste ministerio
fue tu digno quehacer.
El Peru pudo obtener
hermosa «Exposicion»
su discurso de inauguracion
lo leyo aquel dia
Manuel Santa Maria
digna recordacion.
vahema
Noviembre 2004
Sucre Bolivia

SUBIENDO CADA PELDAÑOSUBIENDO CADA PELDAÑO

Con la vida vas madurando
estudias a todo vapor,
hay tiempo para el amor
con el saber vas andando.
Al futuro oteando
subiendo cada peldaño,
escabrosos de tamaño
se alzan conocimientos
sobre tus cimientos
superando cada año.

Vahema

19 de Noviembre 2005

Sucre Bolivia

 

EL SILENCIO DE LAS MONTAÑASEL SILENCIO DE LAS MONTAÑAS

EL SILENCIO DE LAS MONTAÑAS

Como puedo decir
que no la conozco,
si sus ojos de miel
se pasean por una
superficie trabajada
por las manos.

Su mirada rebota
en las montañas verdes.
Y en el silencio de las
montañas quedan grabados
tus ojos.

Y en la semilla de tu tierra
no crece la soledad.

En tu voz, no se acumula
el llanto, no tiene un
horizonte que la limite
es ancha y vasta, a veces
se esconde y se camufla
en el divorcium acuarium
de las palabras.

Tu voz bebe de los ríos,
por eso es intrepida y
la luna alumbra tu voz de río.

Tu rostro tardó mucho tiempo
en aparecer.Estaba
enterrado entre malezas antiguas
y castillos feudales.

Tu rostro, volvió a la vida
y descanso,
en los patios de un convento.

Se limpiaron sus arrugas
cuando volvió a sentir
el fresco olor de los pastizales.

Las montañas verdes
le dieron su crema
y las huellas de tus pasos,
el perfume del silencio.

Sobre la sombra
de tus huellas,
pude distinguir tus zapatos,
habían caminado, volado
y en la estación de la amistad
se quedaron a descansar.

Vahema Santa Maria
domingo 19 abril 2009